William Bates fue un médico inglés que a principios de siglo pasado, alrededor de 1930, publicó una obra que habla de cómo recuperar defectos de visión del tipo de la miopía, astigmatismo e hipermetropía englobados en problemas de refracción, y la presbicia en los de acomodación.
Uno de los pilares de su trabajo es el descubrimiento de que los problemas de acomodación y refracción no corresponden a un problema del cristalino y el músculo ciliar y sí es responsabilidad de los músculos externos, tales como oblicuos superior e inferior, rectos superior lateral inferior y medio, elevador del párpado superior y polea, también irregularidades en la córnea. Con el entrenamiento de estos últimos se logran remisiones temporarias que se pueden hacer permanentes en problemas de acomodación y refracción.
Es totalmente distinto el enfoque de pensar que las alteraciones antes descriptas son de causa intraoculares e inmodificables sólo compensadas por gafas o plantear que sean causa de tensión exagerada de los músculos externos y razones ecológicas que se puedan modificar y mejorar.
Hay que recordar que las instrucciones impresas jamás podrán reemplazar a los consejos personales de un maestro competente, pero desde ya que aquellas pueden ser de buena utilidad.